Dr. Carlos E. Ponce S.
Publicado en Nueva Politica Octubre 2012
Aunque se me presentaran problemas en mi trabajo como consultor, considero que es mi obligación de hablar de algunos problemas en la cooperación internacional, en espera de que exista una reacción positiva en los donantes. He trabajado por más de dos décadas como asesor, director, buscador de recursos y operador de cientos de organizaciones de sociedad civil en la región, operador de redes, he pasado por gobiernos, academia, he trabajado con donantes y además con consultoras internacionales, así mismo con administradoras de fondos de cooperación. Eso me ha dado la visión desde adentro, afuera y a los lados.
La Cooperación Internacional se vuelve cada día más escasa y complicada. Por un lado los países han estado muy lejos del compromiso de otorgar un 0.7 de sus PIB a la solidaridad internacional, de lo cual vienen hablando desde 1972, a ello se suma la crisis financiera y la reducción de gastos públicos en los cuales la primera tajada que recorta es en cooperación internacional.
El Gobierno de los Estados Unidos invierte aproximadamente 40 billones de dólares en cooperación no reembolsable mediante sus mecanismos de distribución directa con la Agencia de los Estados Unidos de América para el Desarrollo Internacional (USAID), su filial Oficina para las Iniciativas hacia una Transición (OTI), el Bureau de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado (DRL) y Defensa Internacional (Foreign Military Financing), otras cuasi directas como lo es la Inter American Foundation (IAF) y también invierte una buena suma en otras formas indirectas mediante diversas fundaciones y organizaciones que reciben recursos directos del Congreso. Dentro de la distribución de cooperación directa se usan diversos mecanismos mediante empresas, ONGs y organizaciones para la atención a diversas areas de fortalecimiento a la democracia, infraestructura, lucha contra enfermedades endémicas, fortalecimiento democrático, entre otras. Es así como aparecen diversas empresas que viven de la cooperación y de la “administración” de los recursos que son destinados a ciertos países o necesidades específicas.
De los casi 15 Billones de dólares de la principal agencia de cooperación (USAID) para Latinoamérica le tocan unos 1.6 billones de dólares como veremos en el cuadro a continuación:
Bureau
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FY 2011
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1
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Africa (AFR)
|
4,105,005,991
|
2
|
Democracy, Conflict
and Humanitarian Assistance (DCHA)
|
2,452,316,525
|
3
|
Global Health (GH)
|
2,098,030,688
|
4
|
Latin America and the
Caribbean (LAC)
|
1,632,896,762
|
5
|
Office of Afghanistan
and Pakistan Affairs (OAPA)
|
1,549,114,682
|
6
|
Middle East (ME)
|
1,136,701,096
|
7
|
Asia (ASIA)
|
849,969,063
|
8
|
Economic Growth,
Agriculture and Trade (EGAT)
|
519,397,103
|
9
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Europe
and Eurasia (E&E)
|
487,698,159
|
10
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Bureau for Food
Security (BFS)
|
125,070,274
|
Para las áreas de sociedad civil, derechos humanos, democracia y fortalecimiento de procesos políticos solamente se destinan 630.641 millones cada año a nivel mundial, lo cual desmiente la ridícula afirmación de Hugo Chávez, Rafael Correa, Evo Morales, Daniel Ortega y otros autoritarios de la influencia de Estados Unidos en contra de sus dictaduras. Venezuela invierte mucho más en el financiamiento de su revolución en la región. Si le reducimos el 50% operativo que se va en las administradoras al final lo que llega es 300 millones de dólares a nivel mundial.
Otra de las agencias ligadas a USAID es OTI, que recibe entre 60 a 120 millones de dólares al año y por otro lado DRL recibió en el 2012 la cantidad de 74 millones de dólares, aproximadamente 28 billones de dólares en asistencia militar, a nivel del IAF se invierte entre 15 y 30 millones de dólares.
Los procesos de otorgamiento de fundos supuestamente son transparentes por llamadas a interesados (call of propossals y RP), pero al final es solamente para cubrir meros formalismos porque no existe tal transparencia y menos hablar de procesos imparciales. Basta caminar por Washington y sus ciudades vecinas para ver los grandes edificios y burocracias de estas empresas “administradoras” de fondos de cooperación y defensa. Existe una relación directa de muchas de estas empresas con los funcionarios que trabajan en USAID, OTI, DRL y Defensa Internacional (Foreign Military Financing) y vemos el ciclo de migración de funcionarios de Gobierno que se jubilan o se mudan a trabajar a las mismas administradoras a las cuales les han venido generando interesantes contratos. Pero, pese a que se ha anunciado en diversas oportunidades la búsqueda de otros mecanismos, todavía eso no es así y la situación empeora. Como cualquier empresa privada las administradoras tienen diversos costos operativos, personal, inmuebles, gastos generales, etc, los mismos se cubren con un porcentaje de los proyectos. De los proyectos inicialmente un 20% va para la administradora pero a ello hay que sumarle los costos de personal, viajes y gastos que incluyen dentro de la estructura del proyecto como tal. Luego estas administradoras montan o subcontratan operaciones en los países con un costo adicional y por ultimo consiguen a los ejecutores entre ONGs, empresas, organizaciones o gobiernos en los países beneficiarios, estos a su vez tienen costos administrativos, operativos y de personal. Igual operan las grandes ONGs internacionales como Freedom House, NDI y otras, que abren oficinas en diversas partes del mundo y luego operan a través de pequeñas ONGs en esos países. Muchos estudios señalan que aproximadamente el 45-55% de los fondos destinados a la cooperación terminan en gastos administrativos en toda la cadena, lo cual desvirtúa la cooperación. Si además sumamos los costos de los países los cuadros se vuelven verdaderamente preocupantes. Y después añadimos el micromanejo y que muchos proyectos los asignan a dedo entre las “elegidos”, de que estamos hablando.
Una sola de las firmas (Chemonics International Inc) manejo por parte de USAID la suma de 735.5 millones de dólares en el 2011 y una suma mayor en el 2012. Igual es el caso de otros como DAI, entre muchos otros. Hay algunos más eficientes y serios que otros. Este no es un articulo para atacarlos sino procurando la eficiencia en la cooperación.
Diversos funcionarios han prometido la distribución directa de la cooperación en manos de los/as beneficiarios rompiendo el proceso intermediario de las administradoras, pero ese no ha sido el caso imperante hasta los momentos. Una de las razones que los funcionarios siempre esgrimen es que las organizaciones de beneficiarios (ONGs) no tienen la capacidad de administrar los fondos y otra razón común que usan es que las ONGs no garantizan la sustentabilidad en el tiempo porque al retirarles los fondos estas mismas no sobrevivirían. De lo primero, otros donantes como la Unión Europea vienen ejecutando con gran éxito por algunas décadas proyectos directamente con los beneficiarios y se han dado procesos administrativos transparentes y efectivos, costando al proyecto solo un 20% del total, lo cual garantiza que se pone en el terreno un mínimo del 80% efectivo contra el 45% usando el mecanismo de las administradoras o lo que es peor que son los mecanismos de Naciones Unidas o regionales como la Organización de Estados Americanos.
No todas las administradoras son igual y hay unas mejores que otras, definitivamente si son mejores que perder los fondos de los contribuyentes norteamericanos en el sistema roto y corrompido de Naciones Unidas o lo que es peor la OEA o sus supuestas organizaciones cuasi independientes como FUPAD. Y es que no hay peor pérdida de recursos que entregarle fondos al Fondo para la Democracia de la ONU o al Fondo Para el Desarrollo, o cualquier otra organización dentro del sistema de la ONU. La burocracia inútil de la ONU ha llegado a puntos de ofrecerles a gobiernos autoritarios la administración de fondos y programas y trata de competir con ONGs en recursos de diversas fundaciones y de la Unión Europea. Son francamente una peste global. Por otro lado el supuesto fondo creado para fortalecer la democracia, UNDF (UN Demlocracy Fund o Fondo Mundial para la Democracia de las Naciones Unidas), se ha convertido en un nuevo fracaso y no disponible para la ayuda de grupos en los países que más lo necesitan porque los proyectos deben ser aprobados previamente por los gobiernos. Sin embargo Estados Unidos, India y otros 32 países siguen aportando un promedio de 20 millones de dólares anuales en un acumulado estimado de casi 200 millones de dólares que se han orientado al gasto operativo y burocrático del Fondo y a financiar un máximo de 400 micro proyectos. Los mismos son en países donde son aceptados por los gobiernos, así que finalmente no son proyectos de mayor impacto democrático en las peores situaciones. Igual de inútil es la ONU con su presupuesto regular de gasto de 1.9 Billones de dólares anuales, sin incluir los presupuestos de sus fondos especiales y otras organizaciones con presupuestos propios. Los Estados Unidos contribuyen en el 2012 con 1.55 billones de dólares anuales para las organizaciones internacionales (ONU, OEA, etc)(CIO) y 1.92 billones en los esfuerzos de paz (CIPA), gran parte de eso es tirado a la basura burocrática internacional.
Volviendo al tema de que las ONGs no sobrevivirían por no tener formas de sostenibilidad, uno tiene que preguntarse lo siguiente, es que las administradoras sobrevivirían un mes si le quitan todos los contratos que tienen con el gobierno?, cuantos meses podrían sobrevivir y que tan sustentable son estas empresas que viven de la cooperación?, acaso estas tienen procesos de re-inversión y manejan otro tiempo de negocios que no las hagan dependientes de los fondos de cooperación y defensa?. Cuanto de los fondos administrados termina en los bolsillos de los socios?, como es posible que muchas de estas empresas inviertan millones de dólares comprándose entre si? Es que el sistema de Naciones Unidas sobreviviría sin ser una garrapata global?.
Dentro de la cooperación se han generado diversos mitos, uno de ellos de las grandes sumas de dinero que llevan a las ONGs, pero como vemos en lo explicado eso no es así, porque al final del día hay un gran negocio detrás de todas las operaciones de “ayuda” o fortalecimiento. Si bien hay que reconocer que hay corrupción en muchas ONGs y procesos poco transparentes en algunas, pero esta no es la norma sino la excepción, porque lo normal es que se tengan miles de organizaciones comprometidas en sus regiones y sus países sobreviviendo con lo mínimo.
Dado a muchos de estos mitos se han venido transformando muchos funcionarios de los donantes en supuestos “expertos” en cada país, muchas veces sin siquiera hablar el idioma o haber manejado asuntos del país, y en ese camino deciden estrategias, áreas de trabajo y propuestas sin tomar en cuenta a los verdaderos expertos que son las organizaciones y personas de los países y regiones. En ese mismo mal camino se han convertido en controladores a la máxima expresión y vienen llevando a muchas organizaciones y lideres a ser dependientes de la Cooperación Internacional. Otros países han sido tan dependientes de estos modelos que luego de varias décadas siguen atrapados en el modelo del donante, como es el caso de Honduras y Haití.
Hay casos de casos y ONGs de ONGs, hay ONGs o ODS que se han convertido en verdaderos monstros burocráticos con oficinas en diversos países y requieren de millones de dólares sólo para su operación básica, pero por otro lado hay muchos movimientos y organizaciones que hacen maravillas con muy pocos fondos.
Pese a que luego de cada conferencia internacional distintos gobiernos relanzan su oferta de incrementar su cooperación internacional esto no ha sido así, en su lugar alegan que a través de fondos privados y empresas se está dando una gran cooperación. La gran mentira de las empresas privadas para mitigar el impacto de la reducción de la cooperación simplemente es una cuestión de números falsos y mentiras convenientes. Estos fondos van normalmente en los países que las empresas quieren aportar y en las areas que deciden invertir. Olvidemos bajo este formato el apoyo a programas de derechos humanos y democracia, o programas que quieren buscar el derecho de consulta ante los abusos de muchas empresas de extracción.
La suma de lo anterior con la persecución sistemática de los gobiernos autoritarios contra la cooperación internacional, como ha sido el caso de Rusia, Ecuador, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, entre otros. Las leyes contra organizaciones de la sociedad civil y los controles, así como la expulsión directa de los cooperantes pone en riesgo mayor a las organizaciones que lo necesitan más. Otro gran problema es que los cooperantes han venido avanzando hacia procesos de “micro-manejo” del proyecto, con lo que asignan fondos flexibles que les permitan a ellos tomar control de los proyectos. La exigencia de resultados tangibles e inmediatos en proyectos de democracia y de aquellos que requieren mayor tiempo hace que muchos proyectos estén llamados a fracasar desde el comienzo.
Hay diversos países desarrollados que tienen programas y fondos de cooperación como es el caso de Canadá con CIDA, Suecia con SIDA y en general la Unión Europea es un buen cooperante por tener un sistema de puntaje bastante eficiente. En total la Unión Europea invierte cada año una suma cercana a los 130 Millones de Euros en programas de derechos humanos, seguridad y justicia, el Fondo de democracia, derechos humanos y defensores abre concursos anuales de más de 30 millones de euros para ONGs de todo el mundo y se caracterizan por no intervenir mucho en la gestión, lo cual permite el crecimiento y fortalecimiento de las organizaciones. España tiene un pequeño programa internacional y algunos programas de sus regiones, los británicos han reducido su cooperación y en el caso de los franceses nunca han sido muy activos. Los países nórdicos a pesar de haber tenido un gran impacto internacional pareciera que han reducido su influencia. Otros países, estos del Sur, no han hecho un mayor esfuerzo, Brasil pudiera ser un activo benefactor en el Sur. Algunos países con gobiernos autoritarios como es el caso de China han puesto sus energías en tratar de ganar nuevos mercados entrando también con programas de asistencia. Un caso particular de comentar es el del uso de la renta petrolera de Venezuela para comprar conciencias a nivel internacional que apoyen a su tirano. En el último caso Hugo Chávez ha venido financiando diversas revueltas, movimientos y organizaciones que les son útiles en sus fines nacionales y regionales.
Mucha cooperación tradicional de diversos países europeos se ha reducido, al igual que ahora la creación del Fondo Democrático Europea representa una reorientación de recursos. Muchos países no han llegado ni cercanos al 0.7 que se comprometieron y en su lugar han reducido sus fondos orientados a la cooperación. Democracias estables del sur se conforman con la estabilidad en sus países mientras avalan autoritarismos en otros países.
Mientras la cooperación se complica y se reduce, por el otro lado se fortalecen los gobiernos autoritarios y muchos de ellos se encuentran exportando sus autoritarismos libremente. Ojala los cooperantes escuchen y mejoren los procesos.
Hay donantes mejores que otros, la National Endowment for Democracy (NED), muy atacada por los autoritarios y sus palangueros de oficio, ofrece modelos simples de solicitud de fondos y no intervienen en la gestión de los proyectos (llevando al mismo tiempo control fiscalizador), lo único malo es que son proyectos de un solo año que obligan a la formulación permanente de propuestas. Como se indico la Unión Europea y su Comisión presentan un modelo bueno. Canadá y su Fondo Glynn Berry también presenta un modelo ideal, modelos que requieren para las convocatorias solo un resumen de lo que se quiere hacer y si hay interés se presentan propuestas completas y son las ONGs las que deciden las actividades, no el donante. Algunas fundaciones privadas como la Tinker, Open Society Institute (Soros), Kellogg Foundation, Gates Foundation, entre otras también hacen un buen trabajo apoyando a organizaciones y se da gran eficiencia, aplicación real de los recursos y transparencia. De las buenas experiencias hay que aprender, no hablo de la eliminación de las administradoras del todo, pero si de buscar un modelo más eficiente.
Podemos decir que hay mucho ruido en torno a la cooperación internacional, pero francamente esta se encuentra en decadencia, pero no es un asunto de los recursos existentes sino el mal uso de los mismos y algo que en Estados Unidos se llama Rentseeking (abuso de los fondos públicos), en nuestro caso debería ser Grantseeking.
Diversos funcionarios han prometido la distribución directa de la cooperación en manos de los/as beneficiarios rompiendo el proceso intermediario de las administradoras, pero ese no ha sido el caso imperante hasta los momentos. Una de las razones que los funcionarios siempre esgrimen es que las organizaciones de beneficiarios (ONGs) no tienen la capacidad de administrar los fondos y otra razón común que usan es que las ONGs no garantizan la sustentabilidad en el tiempo porque al retirarles los fondos estas mismas no sobrevivirían. De lo primero, otros donantes como la Unión Europea vienen ejecutando con gran éxito por algunas décadas proyectos directamente con los beneficiarios y se han dado procesos administrativos transparentes y efectivos, costando al proyecto solo un 20% del total, lo cual garantiza que se pone en el terreno un mínimo del 80% efectivo contra el 45% usando el mecanismo de las administradoras o lo que es peor que son los mecanismos de Naciones Unidas o regionales como la Organización de Estados Americanos.
No todas las administradoras son igual y hay unas mejores que otras, definitivamente si son mejores que perder los fondos de los contribuyentes norteamericanos en el sistema roto y corrompido de Naciones Unidas o lo que es peor la OEA o sus supuestas organizaciones cuasi independientes como FUPAD. Y es que no hay peor pérdida de recursos que entregarle fondos al Fondo para la Democracia de la ONU o al Fondo Para el Desarrollo, o cualquier otra organización dentro del sistema de la ONU. La burocracia inútil de la ONU ha llegado a puntos de ofrecerles a gobiernos autoritarios la administración de fondos y programas y trata de competir con ONGs en recursos de diversas fundaciones y de la Unión Europea. Son francamente una peste global. Por otro lado el supuesto fondo creado para fortalecer la democracia, UNDF (UN Demlocracy Fund o Fondo Mundial para la Democracia de las Naciones Unidas), se ha convertido en un nuevo fracaso y no disponible para la ayuda de grupos en los países que más lo necesitan porque los proyectos deben ser aprobados previamente por los gobiernos. Sin embargo Estados Unidos, India y otros 32 países siguen aportando un promedio de 20 millones de dólares anuales en un acumulado estimado de casi 200 millones de dólares que se han orientado al gasto operativo y burocrático del Fondo y a financiar un máximo de 400 micro proyectos. Los mismos son en países donde son aceptados por los gobiernos, así que finalmente no son proyectos de mayor impacto democrático en las peores situaciones. Igual de inútil es la ONU con su presupuesto regular de gasto de 1.9 Billones de dólares anuales, sin incluir los presupuestos de sus fondos especiales y otras organizaciones con presupuestos propios. Los Estados Unidos contribuyen en el 2012 con 1.55 billones de dólares anuales para las organizaciones internacionales (ONU, OEA, etc)(CIO) y 1.92 billones en los esfuerzos de paz (CIPA), gran parte de eso es tirado a la basura burocrática internacional.
Volviendo al tema de que las ONGs no sobrevivirían por no tener formas de sostenibilidad, uno tiene que preguntarse lo siguiente, es que las administradoras sobrevivirían un mes si le quitan todos los contratos que tienen con el gobierno?, cuantos meses podrían sobrevivir y que tan sustentable son estas empresas que viven de la cooperación?, acaso estas tienen procesos de re-inversión y manejan otro tiempo de negocios que no las hagan dependientes de los fondos de cooperación y defensa?. Cuanto de los fondos administrados termina en los bolsillos de los socios?, como es posible que muchas de estas empresas inviertan millones de dólares comprándose entre si? Es que el sistema de Naciones Unidas sobreviviría sin ser una garrapata global?.
Dentro de la cooperación se han generado diversos mitos, uno de ellos de las grandes sumas de dinero que llevan a las ONGs, pero como vemos en lo explicado eso no es así, porque al final del día hay un gran negocio detrás de todas las operaciones de “ayuda” o fortalecimiento. Si bien hay que reconocer que hay corrupción en muchas ONGs y procesos poco transparentes en algunas, pero esta no es la norma sino la excepción, porque lo normal es que se tengan miles de organizaciones comprometidas en sus regiones y sus países sobreviviendo con lo mínimo.
Dado a muchos de estos mitos se han venido transformando muchos funcionarios de los donantes en supuestos “expertos” en cada país, muchas veces sin siquiera hablar el idioma o haber manejado asuntos del país, y en ese camino deciden estrategias, áreas de trabajo y propuestas sin tomar en cuenta a los verdaderos expertos que son las organizaciones y personas de los países y regiones. En ese mismo mal camino se han convertido en controladores a la máxima expresión y vienen llevando a muchas organizaciones y lideres a ser dependientes de la Cooperación Internacional. Otros países han sido tan dependientes de estos modelos que luego de varias décadas siguen atrapados en el modelo del donante, como es el caso de Honduras y Haití.
Hay casos de casos y ONGs de ONGs, hay ONGs o ODS que se han convertido en verdaderos monstros burocráticos con oficinas en diversos países y requieren de millones de dólares sólo para su operación básica, pero por otro lado hay muchos movimientos y organizaciones que hacen maravillas con muy pocos fondos.
Pese a que luego de cada conferencia internacional distintos gobiernos relanzan su oferta de incrementar su cooperación internacional esto no ha sido así, en su lugar alegan que a través de fondos privados y empresas se está dando una gran cooperación. La gran mentira de las empresas privadas para mitigar el impacto de la reducción de la cooperación simplemente es una cuestión de números falsos y mentiras convenientes. Estos fondos van normalmente en los países que las empresas quieren aportar y en las areas que deciden invertir. Olvidemos bajo este formato el apoyo a programas de derechos humanos y democracia, o programas que quieren buscar el derecho de consulta ante los abusos de muchas empresas de extracción.
La suma de lo anterior con la persecución sistemática de los gobiernos autoritarios contra la cooperación internacional, como ha sido el caso de Rusia, Ecuador, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, entre otros. Las leyes contra organizaciones de la sociedad civil y los controles, así como la expulsión directa de los cooperantes pone en riesgo mayor a las organizaciones que lo necesitan más. Otro gran problema es que los cooperantes han venido avanzando hacia procesos de “micro-manejo” del proyecto, con lo que asignan fondos flexibles que les permitan a ellos tomar control de los proyectos. La exigencia de resultados tangibles e inmediatos en proyectos de democracia y de aquellos que requieren mayor tiempo hace que muchos proyectos estén llamados a fracasar desde el comienzo.
Hay diversos países desarrollados que tienen programas y fondos de cooperación como es el caso de Canadá con CIDA, Suecia con SIDA y en general la Unión Europea es un buen cooperante por tener un sistema de puntaje bastante eficiente. En total la Unión Europea invierte cada año una suma cercana a los 130 Millones de Euros en programas de derechos humanos, seguridad y justicia, el Fondo de democracia, derechos humanos y defensores abre concursos anuales de más de 30 millones de euros para ONGs de todo el mundo y se caracterizan por no intervenir mucho en la gestión, lo cual permite el crecimiento y fortalecimiento de las organizaciones. España tiene un pequeño programa internacional y algunos programas de sus regiones, los británicos han reducido su cooperación y en el caso de los franceses nunca han sido muy activos. Los países nórdicos a pesar de haber tenido un gran impacto internacional pareciera que han reducido su influencia. Otros países, estos del Sur, no han hecho un mayor esfuerzo, Brasil pudiera ser un activo benefactor en el Sur. Algunos países con gobiernos autoritarios como es el caso de China han puesto sus energías en tratar de ganar nuevos mercados entrando también con programas de asistencia. Un caso particular de comentar es el del uso de la renta petrolera de Venezuela para comprar conciencias a nivel internacional que apoyen a su tirano. En el último caso Hugo Chávez ha venido financiando diversas revueltas, movimientos y organizaciones que les son útiles en sus fines nacionales y regionales.
Mucha cooperación tradicional de diversos países europeos se ha reducido, al igual que ahora la creación del Fondo Democrático Europea representa una reorientación de recursos. Muchos países no han llegado ni cercanos al 0.7 que se comprometieron y en su lugar han reducido sus fondos orientados a la cooperación. Democracias estables del sur se conforman con la estabilidad en sus países mientras avalan autoritarismos en otros países.
Mientras la cooperación se complica y se reduce, por el otro lado se fortalecen los gobiernos autoritarios y muchos de ellos se encuentran exportando sus autoritarismos libremente. Ojala los cooperantes escuchen y mejoren los procesos.
Hay donantes mejores que otros, la National Endowment for Democracy (NED), muy atacada por los autoritarios y sus palangueros de oficio, ofrece modelos simples de solicitud de fondos y no intervienen en la gestión de los proyectos (llevando al mismo tiempo control fiscalizador), lo único malo es que son proyectos de un solo año que obligan a la formulación permanente de propuestas. Como se indico la Unión Europea y su Comisión presentan un modelo bueno. Canadá y su Fondo Glynn Berry también presenta un modelo ideal, modelos que requieren para las convocatorias solo un resumen de lo que se quiere hacer y si hay interés se presentan propuestas completas y son las ONGs las que deciden las actividades, no el donante. Algunas fundaciones privadas como la Tinker, Open Society Institute (Soros), Kellogg Foundation, Gates Foundation, entre otras también hacen un buen trabajo apoyando a organizaciones y se da gran eficiencia, aplicación real de los recursos y transparencia. De las buenas experiencias hay que aprender, no hablo de la eliminación de las administradoras del todo, pero si de buscar un modelo más eficiente.
Podemos decir que hay mucho ruido en torno a la cooperación internacional, pero francamente esta se encuentra en decadencia, pero no es un asunto de los recursos existentes sino el mal uso de los mismos y algo que en Estados Unidos se llama Rentseeking (abuso de los fondos públicos), en nuestro caso debería ser Grantseeking.