Luego de una campaña electoral intensa en Estados Unidos en la que dilapido la cifra histórica de 6 Billones de dólares, lo cual es superior el presupuesto total de muchos países, donde además se focalizo muchos recursos en pocos estados, ahora toca recoger los vidrios y dar espacio a los análisis. Desde Nueva Política habíamos predicho el resultado electoral, sobre todo por los que se veía la incidencia de los votos de las minorías, que al final son las grandes mayorías. Los ataques sistemáticos de muchos Republicanos contra los inmigrantes, latinos, chinos, árabes, personas de diversidad sexual, entre muchos otros, y la incapacidad de generar empatía con los jóvenes dejaban ver la crónica de una muerte anunciada para el ex candidato Mitt Romney. Consideramos que el impacto negativo del radicalismo del “Tea Party” (grupo ultra conservador Republicano) pasó factura en la elección, no solo en la presidencia sino con la pérdida de espacios en el Congreso. El Presidente Obama gano con el 50% del voto popular, 60 millones de votos, y 325 Votos electorales (de 270 necesarios para ganar) contra 206 de su adversario. Gano en Estados que tradicionalmente eran Republicanos. A nivel de la Cámara del Senado, de 33 escaños abiertos a elección los Republicanos sólo ganaron 8 y en la Cámara Baja no lograron avanzar sino perdieron algunos escaños. Si bien esta elección ha sido un desastre para los Republicanos, para los Demócratas tampoco ha sido un paseo soleado, se han gastado billones en una campaña sucia sin contenido y donde la victoria se la ha dado sobre todo la incapacidad de sus enemigos más que el entusiasmo que hace 4 años les dio la victoria o la otrora imagen de eficiencia de Bill Clinton.
Esos resultados no solamente marcan el triunfo de Barack Obama, sino que señalan claramente un proceso de deterioro de los partidos y los liderazgos. Y es que la crisis de los partidos no es una exclusiva Latinoamericana, en Estados Unidos se ha visto claramente el decaimiento de los partidos, la perdida de la ideología y el fracaso de los liderazgos.
Los Demócratas han tenido que echar mano del liderazgo de Clinton para recordar buenos tiempos y gerencia pública durante la campaña, lo cual deja muy mal parada a la actual administración y en particular la capacidad del partido para generar nuevos liderazgos. Obama por un lado llego como un amateur 4 años atrás con una mínima experiencia en el Congreso y ninguna en cuanto a gerencia/gestión/gobierno, lo cual le ha llevado a una incapacidad clara por lograr acuerdos entre los partidos y sumar votos Republicanos y ha tenido la economía y el país en el precipicio en varias oportunidades, pero no es sólo su culpa, ha sido también la soberbia de Nancy Pelosi y muchos Demócratas en el Congreso que no logran trabajar en pro del país.
Pero del lado de los Republicanos, la aparición del Tea Party, en lugar de traer consigo la renovación del partido, ha traído una plaga que lo ha divido y lo ha hecho nocivo para los intereses de Estados Unidos como país y de sus habitantes en colectivo. Pese a la ridícula acusación de muchos del Tea Party de que la derrota electoral ha sido por un mal candidato porque no era “realmente conservador”, la realidad es que los pseudo conservadores radicales lo que han hecho es ahuyentar a los votantes del centro y a cualquier minoría, haciendo que mucha gente no fuera a votar por Obama sino en contra de los Republicanos. Eso lo vemos claro en dos estados Republicanos, Indiana, donde el Tea Party forzó a la salida en la primaria de un gran estratega de centro como lo era Richard Lugar para postular como candidato al retrograda de Richard Mourdock que se le ocurrió decir que las mujeres cuando se las violan si quedan embarazadas es porque “así lo decidió Dios” o no fue violación real, por supuesto que hasta las mujeres Republicanas votaron contra este animal (con el perdón de los animalitos). Otro caso similar fue en Missouri donde otro “ilustre” representante del Tea Party, Todd Akin, también ha dicho que si las mujeres salen embarazadas después de una violación es porque no era violación porque “las mujeres tienen formas naturales de prevenir el embarazo por violación”. Por supuesto también perdieron en Missouri y les dio una mala imagen a nivel nacional. El partido Republicano se ha convertido en el Partido del “anti”: anti Inmigrantes, anti latinos, anti derechos de las mujeres, anti aborto, anti diversidad sexual, anti pago igualitario, anti protección del ambiente, anti reforma migratoria, anti reforma de salud, anti sindicatos, anti programas de becas para jóvenes, etc. y la frase de su ex candidato de que él no era el candidato del 47% del país que en una u otra forma dependen de la seguridad social (ojo seguridad social por la cual todos han cotizados por décadas). Lo interesante es que una persona que se esconde en paraísos fiscales para no pagar impuestos y que escondió sus retornos de impuestos, tenga el descaro de decir eso.
Los Republicanos en el Congreso, por presión del Tea Party, votaron en contra de la Ley del Sueño (Dream Act) que hubiera permitido a los niños/jóvenes Latinos que entraron a Estados Unidos de menores de edad y que están estudiando y sin records criminales a no ser deportados, votaron en contra del Lilly Ledbetter Act, que permite a cualquier mujer demandar cuando la discriminan en cuanto a salario o el Equal Payment, votaron en contra de continuar con programas de becas en universidades para jóvenes y además procuraron mantener los beneficios de impuestos para ciertos grupos de poder. Pero en lugar de aprender, luego de los resultados electorales el ex candidato Republicano ha dicho que fue por las becas y por las dadivas que los jóvenes y los latinos votaron por Obama, nuevamente muestra ignorancia y la razón por la cual no calan en estos grupos. El resultado final es que estas minorías que tanto desprecian le han dado el triunfo a Obama y votaron por él porque simplemente los Republicanos se han encargado de atacar a estas minorías, que son una gran mayoría.
Dos Estados completamente Republicanos se han tenido de azul (Demócrata) por la persecución y ataques contra los latinos, ese es el caso de California y Florida; en otros el voto Latino fue decisivo como fue en Colorado y Nevada. Los ataques contra los sindicatos y contra el salvamiento de las empresas automovilísticas llevaron a la derrota de los Republicanos en Minnesota y Michigan. Los ataques a grupos de diversidad sexual los llevaron a votar en un 76% por el partido Demócrata. Los votos de las mujeres por Obama superaron un 11% y los jóvenes menores de 30 años prefirieron a Obama por un 23% encima del contendor. Las personas con postgrado votaron también por Obama (superando en 13% a Romney). Los votantes negros dieron en 93% su apoyo a los Demócratas. Los asiáticos votaron 3-1 a favor de Obama. Y en cuanto a los Latinos de cada 10 latinos 7 votaron por Obama (71%). De hecho los Latinos de acuerdo con el Pew Center seremos 40 millones de electores para el 2030. Entre California, Florida, Colorado y otros estados con gran población latina, los Latinos le aseguraron a Obama por lo menos 80-100 Votos Electorales.
El problema es que esa “minoría” racial que tanto desprecian es el 28% del electorado y en crecimiento. Si le sumamos los grupos de diversidad sexual de grupos blancos hablamos de un 34 a 36% de la población. Ir a una elección donde se viene insultando o persiguiendo al 34% del electorado es simplemente ceguera y torpeza política. En el caso de los Latinos por mucho tiempo favorecieron a los Republicanos por razones de cercanías religiosas y en algunos lugares por el tema Cubano, pero eso obviamente ya se perdió.
Cerrada la elección ya lo que queda es tiempo para el análisis y los números son muy claros; si los partidos y liderazgos no los ven nuevamente caerán en errores que les costarán cargos en el congreso o nuevamente la presidencia. Y para la presidencia ya se abre la nueva contienda del 2016. Allí los Demócratas se podrían jugar una mala carta y dejar al gris Vicepresidente Joe Biden, lo cual sería un grave error político porque simplemente no tiene carisma, le daría el triunfo en bandeja de plata a los Republicanos, o darle la oportunidad finalmente a Hillary Clinton, quien sería una extraordinaria candidata y posiblemente la primera mujer presidente. Por otro lado se podrían jugar las cartas Latinas y un candidato a la Presidencia o Vicepresidencia Latino, como sería el caso de Julián Castro, actual Alcalde de San Antonio en Texas. Otras personas que ya comienzan a sonar son el efectivo gobernador de Maryland, Martin O’Malley, el Gobernador de New York, Andrew Cuomo, el Alcalde de Chicago y amigo de Obama, Rahm Emanuel, la Senadora de New York Kirsten Gillibrand, el Gobernador de Massachusetts y amigo de Obama, Deval Patrick, e incluso se habla del actual alcalde de New York, el independiente millonario Michael Bloomberg. En el lado Republicano, el más fuerte candidato es eficiente Gobernador de New Jersey, Chris Christie, quien su buen olfato político lo mantuvo fuera de la contienda interna Republicana y de la oferta de ser candidato a la Vicepresidencia; desde hace muchos años se viene hablando del otro hijo de George Bush (el padre), quien fue Gobernador de Florida y está casado con una Mexicana, Jeb Bush; también se habla de la ex Secretaria de Estado de George W.Bush, Condoleezza Rice; se habla del ultra conservador de origen Hindú y Gobernador de Luisiana, Bobby Jindal; de la Gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley; del congresista ultra conservador y ex candidato a la Vicepresidencia Paul Ryan; y por supuesto quien quita que quiera corre Donald Trump o la que sería peor la causante de muchas de las tragedias recientes Republicanas, la Sra. Sara Palin, o lo peor que sería que el radical Rick Santorum optara por competir de nuevo. En dos años vendrá la guerra interna por una de las fracciones del congreso y en 4 de nuevo la presidencial y veremos que pasará.
Lo cierto es que ese 34% de minorías y en crecimiento, claramente señala que si los Republicanos quieren ganar de nuevo una elección deben depurar su partido de los radicales locos del Tea Party y procurar ganarse las minorías, al igual que deben avanzar al centro. El extremismo seguirá divorciando a los Republicanos del país. Por su parte los Demócratas también tienen trabajo por delante, no es suficiente que muchos hayan votado por ellos por votar en contra de los otros, necesitan implementar políticas claras a favor de estos grupos si no quieren perderlos. También está el reto de Obama de gobernar, ahora sí para todos/as, bajar su ego y lograr acuerdos bi-partidistas que salven la economía y logren los cambios necesarios que prevengan a Estados Unidos de seguirse hundiendo en la crisis, la inequidad y la torpeza. Tienen que trabajar ambos partidos en lograr impulsar la inversión, los cambios en el sistema de impuestos, fortalecer la economía, reducir los abusos/corrupción y una verdadera reforma en el sistema de salud. Se debe reducir el tamaño absurdo del Estado y reducir el hueco fiscal, para así procurar una economía sana. Siendo los Latinos la verdadera fuerza electoral dentro de las minorías se debe ver seriamente la reforma migratoria y se debe acabar la persecución.