La fuerza económica, política e intelectual de los latinos en Estados Unidos se diluye en el mensaje discriminatorio de grupos conservadores y sindicatos obsoletos. Durante muchos años se ha venido enfocando erróneamente el problema de la inmigración ilegal de los latinoamericanos a Estados Unidos hacia un problema de pérdida de empleos para los norteamericanos, sobreuso de los servicios públicos y seguridad.
Con respecto a la pérdida de empleos, la realidad es que se pierden más empleos con cada mala decisión regulatoria del gobierno y con la perdida de la competitividad por la reducción de la innovación de lo que se pierde por los empleos que toman algunos latinos que vienen a trabajar de sol a sol en oficios que nadie quiere desarrollar. Y es que a la mayoría de los norteamericanos no les gusta los trabajos de limpieza, construcción, agricultura y otros trabajos intensivos que desarrollan día a día los latinos por magas muchas veces miserables. De hecho las legislaciones anti-inmigrante en Arizona han ahuyentado a inmigrantes legales e ilegales y ahora se encuentran en un problema de que no tienen quien limpie las cañerías, quien limpie los baños, quien limpien en los hoteles o que haga el trabajo duro. Si evaluamos la actual crisis inmobiliaria y de empleos en Estados Unidos vemos como muchos/as han preferido seguir viviendo de los bonos del gobierno que buscar empleos que ellos consideran “denigrantes”. El día que no existan más latinos en Estados Unidos se acaba la producción y se paralizan muchas ciudades, porque a pesar de que se liberen los empleos, serán muy pocos norteamericanos los que los quieran ocupar. La economía no necesita deportar los 11 millones de ilegales, necesita al contrario salir de tanta regulación inútil y volver al país en productivo.
Los estudios del Small Business Administration reportaron que en el año 2008 solamente los excesos de regulaciones y leyes absurdas contaron US $ 1.75 trillones de dólares. Regulaciones y normativas tan complejas que ahuyentan la inversión. Las legislaciones laborales hacen que cada empleado cueste a su empresa un mínimo de US $ 10,585 dólares. Eso sumado a los riesgos de demandas con una sociedad sobrejudicializada hace que sea a veces muy riesgoso invertir. Al mismo tiempo un país con un sistema impositivo que premia la evasión y crea paraísos fiscales para los que menos trabajan y viven de los bonos gubernamentales y de los ingresos por bonos ficticios. Estados Unidos, que en un tiempo fue libre e innovador, ha creado un monstro gubernamental voraz que está asfixiando al país. Pero claro es más fácil echarles la culpa a los latinos de la pérdida de empleo que realmente enfocarse en el problema que es la pérdida de competitividad por la pérdida de la capacidad de innovar. La solución no es expulsar a los inmigrantes y perseguirlos con leyes absurdas como las de Arizona y otros Estados, la solución es volver a ser un país productivo en el cual la mano de obra sea bien utilizada. La solución es que las empresas no tengan que irse y más bien se generen mayores oportunidades. La solución es cambiar un país de papeles de Wall Street por un país productivo. La solución es cambiar el modelo educativo para fomentar la innovación.
Respecto al tema de la carga para los servicios que representan los latinos, hablamos de una sociedad y un gobierno con doble moral y una carga de hipocresía muy alta; se critica a los latinos ilegales porque utilizan el sistema educativo y el sistema de salud o porque son “una carga” para el país, pero se les olvida decir que hace 16 años (1996) se creó un Número de Identificación Fiscal Individual (Individual Taxpayer Identification Number, ITIN) para facilitar el pago de impuestos a personas que no tienen numero de Seguridad Social (Social Security Number), no importando si eres residente legal o eres ilegal. De hecho se prohíbe al IRS (agencia fiscal) abrir la información de los ITIN a otras dependencias oficiales y así garantizarle a los ilegales que tendrán ese número sin que los vayan a deportar. De igual forma se ha venido recomendando a los inmigrantes ilegales que saquen esos números y paguen impuestos para tener “mayores posibilidades” de lograr la residencia y de probar que son buenos ciudadanos. La mayoría de inmigrantes ilegales tienen estos números y pagan sus impuestos anualmente; pero eso no termina allí, pagan más impuestos que cualquier norteamericano o residente legal porque esos Tax ID Numbers no permiten exoneraciones ni descuentos fiscales, así que pagan completo sus impuestos. Y si hablamos de los que tienen números de seguridad social falsos, las empresas igual pagan su cuota-parte del pago de Seguro Social que es el 60% de un Seguro Social de un empleado que nunca lo usará. Hay que dejar la mentira, los latinos ilegales pagan impuestos y de hecho pagan más impuestos que trabajadores legales. Y hablamos de impuestos sin beneficios en servicios porque para el ilegal cada día le hacen más difícil sobrevivir.
Dejar a más de 11 millones de personas ilegales solamente por pura politiquería es un error económico porque lo que se fomenta son negocios paralelos poco legales, como lo son bancos no regulados, servicios de préstamos, venta de vehículos sin papeles, servicios de envió de dinero ilegales, etc, toda una gama de servicios para atender a esta población. Otros beneficiarios de este sistema roto son los abogados que cobran por la ilusión de legalización, siendo la gran mayoría de estos grandes estafadores que vienen saqueando a los trabajadores latinos. Vendiendo el sueño de que acabe la persecución una mafia de cientos de abogados mal representan a miles de ilegales cobrándoles sumas inmorales no presentando documentos a tiempo o simplemente incluso con conocimiento que no podrán hacer nada en ciertos casos y como una vez deportados no pueden hacer nada estos abogados nunca tienen sanción, allí el gobierno mira hacia otro lado. Millones de dólares en manos de tracaleros y estafadores.
Muchos de los ilegales fueron casi obligados a quedarse cuando se incrementaron las regulaciones inmigratorias y se les imposibilito regresar a sus países entre cada siembra o entre cada proceso productivo, obligándoles a quedarse en un limbo migratorio. Lo triste es que los conservadores de Estados Unidos sigan pensando que la solución es deportación y muros más grandes, cuando se ha demostrado que la inmigración legal e ilegal ha reducido porque el país se está volviendo poco competitivo.
Tener a 10 o 11 millones de ilegales también incrementa el problema de la inseguridad porque no se puede tener control ciertamente de la situación real de muchos/as de ellos/as. El problema de la violencia está lejos del factor migratorio, va más de la mano de deterioros culturales, educativos, morales y económicos. Si eliminamos a los latinos ilegales de Estados Unidos los problemas de pandillas y violencia en ciertos estados seguirá igual.
Hablamos también de un caso grave de violaciones de derechos humanos, el negarle salud, educación y servicios podría ser visto como simplemente una gran discriminación, tomando en cuenta que el mismo estado se aprovecha de ellos cobrándoles impuestos. Además la persecución llega a niveles absurdos cuando se oponen muchos grupos a la llamada “Ley del Sueño” (Dream Act) que pretendía permitir a jóvenes inmigrantes ilegales que ingresaron muy jóvenes (a veces de meses) a Estados Unidos a que puedan legalizar su situación y seguir estudiando cuando prueban que están estudiando y son útiles para la sociedad. Hasta ahora esa posibilidad sólo la podrías tener si te vas a la guerra. Pero por supuesto esta legislación no fue aprobada por la eterna discriminación e ignorancia política de algunos demócratas pero de una mayoría Republicana.
El problema con los latinos lo tendrán cuando esa masa crítica se organice mejor políticamente. La población latina representa el 16% de la población y en unos años representará el 30% de la población votante, lo cual la hace la primera minoría, superior a la afro, decisiva para cualquier elección, en incluso en estados decisivos a nivel del voto presidencial. El Partido Republicano gozaba de una popularidad dentro de la población latina cercana al 80%, por similitudes religiosas, el tema cubano y acuerdos especiales migratorios para perseguidos en las guerras o dictaduras, además de una identificación política, pero años de discurso persecutorio contra la población latina, la cacería de brujas con el tema de la inmigración revirtió y la descalificación contra la población latina cambio esa tendencia y en las pasadas elecciones el 67% de la votación latina se fue con el Partido Demócrata y votaron por Obama.
Realmente el Tea Party y los ultra conservadores tampoco vienen ayudando a recuperar el voto latino para los Republicanos, los ataques continuos en contra del tema migratorio y la exclusión es un error político, con lo que en las próximas elecciones pareciera que la mayoría de votantes latinos apoyarán al Presidente Barack Obama. Por lo mínimo repetirán, podrían llegar al 72% y podría ser mayor.
Apoyarán a Obama no porque este les haya cumplido con las promesas de una legislación migratoria de amplitud que regularice la situación de muchos de sus padres, familiares o amigos, por el contrario no cumplió con su palabra de dar prioridad al tema migratorio y se han producido más deportaciones en su gobierno que en cualquier otra administración, votaran por él porque simplemente no pueden aceptar la persecución permanente que se está dando en algunos estados con gobiernos Republicanos o al método del discurso para atacar a una minoría. Apoyaran a Obama porque más importante que la identificación religiosa, que hasta eso lo ha perdido el partido republicano, no quieren que el modelo de Arizona se imponga a nivel nacional y se inicie una persecución sin sentido. Votaran por Obama por la esperanza de que a sus familiares les resolverán la injusticia de estar indocumentados y por no querer sentirse perseguidos en un país en el que ya son ciudadanos, algunos de varias generaciones. Y es que en un país hecho de inmigrantes, donde ya la inmigración europea se asimilo a la población “blanca”, la población latina, incluso la legal sigue discriminada.
Como bien lo dice Francis Fukuyama en su articulo en Nueva Politica: "Quienes se oponen a la reforma de inmigración ven a los inmigrantes ilegales como delincuentes que no tendrán en cuenta las leyes de Estados Unidos, una vez ingresados en el país, pero ellos se describen mejor como "informales" en lugar de "ilegales". La reforma que proporciona a los trabajadores inmigrantes ilegales un camino a la ciudadanía debe ser vista como un esfuerzo para mover a la gente desde un sistema informal peligroso a uno basado en un Estado de Derecho."
El día que se organice mejor la más grande minoría de los Estados Unidos veremos cambios importantes.
Apoyarán a Obama no porque este les haya cumplido con las promesas de una legislación migratoria de amplitud que regularice la situación de muchos de sus padres, familiares o amigos, por el contrario no cumplió con su palabra de dar prioridad al tema migratorio y se han producido más deportaciones en su gobierno que en cualquier otra administración, votaran por él porque simplemente no pueden aceptar la persecución permanente que se está dando en algunos estados con gobiernos Republicanos o al método del discurso para atacar a una minoría. Apoyaran a Obama porque más importante que la identificación religiosa, que hasta eso lo ha perdido el partido republicano, no quieren que el modelo de Arizona se imponga a nivel nacional y se inicie una persecución sin sentido. Votaran por Obama por la esperanza de que a sus familiares les resolverán la injusticia de estar indocumentados y por no querer sentirse perseguidos en un país en el que ya son ciudadanos, algunos de varias generaciones. Y es que en un país hecho de inmigrantes, donde ya la inmigración europea se asimilo a la población “blanca”, la población latina, incluso la legal sigue discriminada.
Como bien lo dice Francis Fukuyama en su articulo en Nueva Politica: "Quienes se oponen a la reforma de inmigración ven a los inmigrantes ilegales como delincuentes que no tendrán en cuenta las leyes de Estados Unidos, una vez ingresados en el país, pero ellos se describen mejor como "informales" en lugar de "ilegales". La reforma que proporciona a los trabajadores inmigrantes ilegales un camino a la ciudadanía debe ser vista como un esfuerzo para mover a la gente desde un sistema informal peligroso a uno basado en un Estado de Derecho."
El día que se organice mejor la más grande minoría de los Estados Unidos veremos cambios importantes.
No comments:
Post a Comment