Nuevamente las calles de Venezuela se llenan de la sangre de la represión asesina de un régimen ilegal, inconstitucional y fraudulento, un país en total anomia con un grupo de desalmados aferrados al poder para proteger sus botines de la rapiña a las arcas de un pobre país.
La muerte, represión, encarcelamiento y lesiones a estudiantes y jóvenes y a gente de buena voluntad cuyo único delito es disentir de unos bandidos que se han aferrado al poder por más de 15 años y han quebrado el país, poniendo a la gente a merced de asesinos y criminales.
Triste el papel de un pseudo liderazgo que espera que le vayan a entregar el poder porque simplemente se han portado bien y le han hecho la tarea a la dictadura de dar la cara de que existe oposición. La falta de liderazgo es evidente, en algunos por omisión y en otros por acción. Hay otros que simplemente en colusión con uno de los grandes banqueros chavistas conspiran a diario dentro de la MUD para que no exista salida en Venezuela y puedan seguir sacando provecho al botín.
Triste el papel del inútil de Insulza, quien ha sepultado la OEA para cumplir con su mandato dentro de esta extraña conspiración regional contra la democracia y los derechos humanos, pero no más triste el papel de muchos presidentes que miran a otro lado cuando se habla de Cuba o de Venezuela. Son simplemente complices de la sangre que sigue corriendo.
Se enluta nuevamente Venezuela, pero se llena de orgullo ante la rebeldía de muchos jóvenes que han superado con creces un liderazgo conformista y cómplice en el país y a nivel regional.
Se silencia aún más las voces con la persecución a organizaciones de la sociedad civil y como al régimen criminal que “gobierna” ya no les queda ningún otro medio nacional por cerrar, comprar o amedrentar y autocensurar, simplemente sacan del aire a NTN24 e inician un proceso de incremento del aislamiento total informativo en Venezuela.
La libertad no se negocia ni se somete a cobardias de oportunistas.
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