La Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha demostrado que para ella la democracia es de la boca para afuera cuando se trata de otros países. Su continuo apoyo al régimen sangriento de Cuba, sus terribles ataques al Sistema Interamericano de Derechos Humanos y sus intentos por debilitar a la OEA demuestra sus limitados valores democráticos. Lo peor es la doble moral de Brasil en cuanto a política internacional se refiere. Brasil fue el primero en condenar a Honduras y gritar Golpe de Estado cuando el Congreso y el Tribunal Supremo de ese país deciden deponer al entonces presidente Manuel Zelaya. En ese caso la decisión de estas instituciones fue considerada inválida y se sanciono al país. Brasil y Mercosur también fueron los abanderados en el caso de Paraguay, cuando el Parlamento, haciendo uso de sus competencias constitucionales remueve al entonces Presidente Fernando Lugo. En el caso de Paraguay lo suspenden de Mercosur, algunos dicen como estrategia para complacer a Hugo Chávez y dejar entrar a Venezuela en el bloque del sur. En ambos casos muchas personas se rompieron las vestiduras en la defensa de la democracia y en contra de la manipulación de las instituciones con decisiones que van en contra de los principios democráticos.
El Presidente de Uruguay, José Mujica, fustigo abiertamente a Paraguay por la manipulación del sistema y llamo a lo que paso en Paraguay Golpe de Estado. En ambas ocasiones, Paraguay y Honduras, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, fue vocera activa y rechazo los “golpes de estado” e incluso tomo un avión directamente a Honduras a tratar de reponer a Mel Zelaya. Por parte de los payasos del Alba no era de extrañarse que en ambos casos hicieran lo que les decía su mecenas Hugo Chávez.
A nivel de la Organización de Estados Americanos (OEA), no era de extrañar que su Secretario General José Miguel Insulza tomara activamente la causa de “la democracia’ y invocara la Carta Democrática en Honduras y dejara Paraguay a la suerte del Alba y Mercosur.
Ahora que en Venezuela simplemente se violo abiertamente la Constitución y que las pseudo instituciones, controladas abiertamente por el régimen de Hugo Chávez, deciden echar por el trasto todos los principios democráticos e instalar un gobierno de facto, la reacción de Dilma Rousseff, Cristina Fernández, José Mujica, Evo Morales, Rafael Correa y Daniel Ortega es apoyar incondicionalmente el golpe de estado en Venezuela e ir a Venezuela o a Cuba a dar apoyo y aval a los golpistas. El Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, también apoyo directamente al régimen de facto al decir qaue espera que Nicolás Maduro continúe colaborando con el proceso de Paz en Colombia si Chávez muere. Por supuesto el “Sr” Insulza como el avestruz en este caso esconde la cabeza. Han demostrado su cualidad de marionetas.
Todos los articulistas, especialistas y activistas que criticaron abiertamente las crisis de Paraguay y Honduras ahora se encuentran callados ante el Golpe de estado en Venezuela.
Es que hay que ser consecuente con lo que se hace y se dice. En mi caso critique abiertamente e incluso envié protestas al Tribuna de Colombia cuando el Ex Presidente Uribe trato de violar nuevamente la Constitución de Colombia intentando un tercer mandato a todas luces inconstitucional, pedí una elección inmediata en Honduras, he criticado los abusos en Panamá, pero al mismo tiempo he llamado y seguiré llamando lo que paso en Venezuela un GOLPE DE ESTADO y lo que hay instalado un Gobierno de Facto.
Los complejos de Brasil por ser potencia internacional se diluyen en las ambiciones de pequeños grupos de poder que simplemente no diferencian su amistad con los asuntos de estado y que son capaces de sacrificar lo que sea por el poder.
Tanto que critican algunos presidentes de Latinoamérica el intervencionismo de los Estados Unidos, tantos “expertos” opinando de abusos de intervención, y nadie critica un gobierno dictatorial octogenario en Cuba interviniendo en muchos países de la región y en particular tomando las decisiones por Venezuela.
La doble moral de presidensuchos como Daniel Ortega, un violador confeso, o Evo Morales o Rafael Correa, no es de extrañarse. Todos tienen el virus autoritario en su sangre. Que muchos países de Petrocaribe apoyen al gobierno de facto en Venezuela porque no quieren detener su ración petrolera, eso se puede hasta entender. Pero que un país democrático como Uruguay se preste para esta payasada y su presidente se pare en un pódium avalando abiertamente un Golpe de Estado, eso sí es triste. Dilma Rousseff perdió también la oportunidad de demostrar su talante democrático y de capacidad de liderazgo regional. Brasil prefirió sumarse a la montonera de autoritarios y chulos regionales en lugar de hacer historia y contribuir con la estabilidad democrática de la región. Ha sido una perdida histórica en su capacidad de mediadora regional.
Para Insulza no ha sido complicado, nadie espera nada de él y ya conocemos su poca capacidad y su déficit de liderazgo. Chile se salvó de la tragedia histórica de la posibilidad de Insulza gobernando ese país. Para desgracia de la OEA, el que no debió ser Secretario General ha llevado a la institución a su mayor crisis histórica y a ser completamente irrelevante.
Se ha demostrado lo que dijo el Embajador de Venezuela ante la OEA, Roy Chaderton, y que fue repetido por el Ex Secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana de derechos Humanos, Dr. Santiago Cantón, que el Gobierno de Venezuela compro al Secretario General de la OEA, que le cambiaron el voto de Venezuela y sus aliados por un Secretario servil, que atiende a las solicitudes de Chávez y ahora de los payasos de Facto.
Se ha creado un pequeño club de amigos pseudo socialistas en la región, muchos de ellos/as socialistas de la boca para fuera porque su corazón es fascista, y hay el compromiso de defenderse sin importar que se avalen violaciones de derechos humanos, personalidades amorales y golpes de estado. Ya no es apoyar la estabilidad de los países, es simplemente ayudar a los amigos a mantenerse de cualquier forma en el poder.
Para la administración del Presidente Barack Obama nuevamente ha demostrado su poca capacidad de liderazgo en la región y de la tesis de mejor esperar a que la crisis se reviente y como en Siria, Egipto, Túnez y otros casos, lo mejor es esperar que se maten entre ellos y luego ver si quedan parados para actuar.
Se le han caído las máscaras a todos/as los que ahora apoyan abiertamente el Gobierno de Facto en Venezuela y aquellos/as que se han quedado callados/as por comodidad. En este acto ha sido Fidel y Raúl Castro quienes están manejando a las marionetas de un mal show.
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