Saturday, July 28, 2012

El Cambalache de la Desintegración en las Américas: Los ignorantes nos han igualado


Publicado en Nueva Politica, Julio 2012

Dr. Carlos E. Ponce S.

Cuando en un país pequeño como Uruguay su Vicepresidente y su Presidente tienen posturas diferentes sobre la seriedad de los procesos de integración regional en uno de los bloques más importantes, vemos como realmente se ha perdido ya la posibilidad de mercados comunes de nivel en las Américas. El Vicepresidente del Uruguay, Danilo Astori, escribió un articulo el 09 de julio titulado “Mercosur: Silencios imposibles y peligrosos” donde básicamente difiere ampliamente de la decisión del presidente de Uruguay de ir contra las decisiones del equipo diplomático del país y aprobar una entrada de Venezuela a Mercosur que lesiona gravemente la institucionalidad del bloque porque viola toda su normativa constitutiva y operativa.

La entrada o no de Venezuela no es una cuestión ideológica como se quiere ver, de hecho Astori es muy claro en su postura: “Hay ocasiones en las que la relevancia de los temas y su relación directa con el rumbo estratégico o los valores en juego, me impiden acallar mis opiniones. Si lo hiciera estaría traicionando mis convicciones y parte esencial de mi propia condición de hombre de izquierda”, el Vicepresidente de Uruguay considera que el irrespeto de los presidentes de Argentina, Brasil y Uruguay de los procedimientos del grupo es una “violación de agresión institucional muy importante para el MERCOSUR. Es una herida institucional muy importante, quizás la más grave en los veintiún años del MERCOSUR” en una violación legal e institucional, “El retroceso más grande y más grave que ha sufrido el MERCOSUR en toda su compleja historia, es que ahora la única institucionalidad válida, no es la de los tratados, no es la de los mecanismos que nos protegen a todos y requirieron largas y trabajosas negociaciones. Ahora dependemos de las decisiones de los Presidentes de los países”.

Y es que el problema no es si Venezuela merece o no estar en MERCOSUR, el problema es que los presidentes de Latinoamérica simplemente han olvidado la necesidad de respetar el Estado de Derecho en sus países y a nivel regional. Como el tango cambalache de Enrique Santos Discepolo, “Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor”, es lo mismo decir que se es demócrata pero apoyar a los autoritarios, es lo mismo ser países democráticos como Brasil y Uruguay y al mismo tiempo apoyar los autócratas de Venezuela, Ecuador o Nicaragua. Con ello sufre la institucionalidad y pierde seriedad la integración.
Que seriedad podemos tener en procesos de integración llevados por un barril petrolero bañado de sangre y tiranía?, Que seriedad puede tener una institución hacia el exterior si no se respeta a si misma? resulta que lo mismo da la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba) que Mercosur. Porque en el Alba están claros que la misión es sacarle cuantos dólares frescos y petróleo posible al autócrata de Venezuela Hugo Chávez, pero por las palabras del Presidente de Uruguay José Mujica “Lo político superaba largamente lo jurídico” y Venezuela "es mucho más que un gobierno, es una nación hermana exportadora de energía y compradora de comida", con lo que lo pareciera que no importa el Estado de Derecho mientras el barril petrolero todo lo compre, incluso el alma de un honesto dirigente de izquierda como Pepe Mujica.

Sera entonces que MERCOSUR se une a la payasada del Alba, porque también Hugo Chávez ha sido el responsable de la fracasada y muerta al nacer Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que obviamente es simplemente otro club presidencial, como pareciera que es también la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR). Organizaciones todas llevadas no por las prioridades de los Estados y sus pueblos sino por el capricho de presidentes y autócratas de turno.

Es un proceso de obsesión de control y personalismo sumado a la violación de la norma y de los principios básicos del derecho internacional y la democracia lo que ha llevado a la destrucción de las posibilidades de una integración regional. De hecho este presidencialismo ha llevado a la inoperancia de la Organización de Estados Americanos.

La mezcla del peor Secretario General en la historia de la OEA, José Miguel Insulza, con una conspiración generalizada por destruir la organización, ha llevado una organización que en una época tenia grandes potenciales a ser simplemente un club más de presidentes. Ya las posibilidades de la OEA de servir de plataforma de integración regional parecen haber pasado a la historia como también han pasado a la posteridad los esfuerzos del Grupo de Rio y de la Comunidad Andina de Naciones (CAN).

De estas “instituciones” o mejor dicho clubes, muchas veces lo que queda son burocracias inoperantes y reuniones entre amigos y vecinos.

Tanto peleó Venezuela contra Área de Libre Comercio de las Américas o ALCA y tanta tinta ideológica se escribió sobre el intento de control del “imperio” mediante ese mecanismo, para luego terminar muchos de los países firmando acuerdos bilaterales de libre comercio con los Estados Unidos en desmejora de condiciones a las que se hubiera logrado con un acuerdo en bloque. Igual ocurre con la Unión Europea, en lugar de acuerdos beneficiosos en bloque se ha optado por acuerdos bilaterales o acuerdos de pequeños bloques. Y es que perdimos la oportunidad de actuar en bloque, no es lo mismo la negociación de millones de personas que la de un país pequeño de 3 millones o unos de 30, al final se pierde en posibles negociaciones para mejoras económicas o sociales. No es lo mismo un sólo país negociando por medicinas para cero positivos o acceso a tecnologías, entre muchas cosas, que toda una región presionando en conjunto.

Sorpresivamente no todo parece perdido en el tema de la integración regional, en Centroamérica el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) pareciera ir avanzando en prioridades comunes y en oportunidades para sus integrantes y un nuevo bloque muy pragmático ha surgido como lo es la Alianza del Pacífico, un bloque comercial conformado por cuatro países de América Latina: Chile, Colombia, Perú y México creado en el 2011 con la mira de un proceso común apuntado a mercados asiáticos.

Si bien Estados Unidos representa una oportunidad comercial pero también un riesgo por su tamaño y voracidad, Brasil se ha convertido también en una amenaza para los países pequeños, no por su tamaño comercial sino por su actitud de imperio, lo cual ha obligado a países como México, Chile, Colombia y Perú a llegar a acuerdos y generar un frente común.

Pareciera que la estrategia de Brasil de reírle las gracias al tirano de Venezuela no esta produciendo efectos positivos en cuanto a la generación de mejores mercados, más allá de los contratos jugosos de Odebrecht y otras empresas privadas de ese país. El irrespeto por la institucionalidad ha matado las iniciativas de integración regional y en lugar de perjudicar a los Estados Unidos, como muchas veces se pretendía, más bien se ha beneficiado con la imposibilidad de tener un mercado comercial integrado en Latinoamérica y en su lugar diversos acuerdos bilaterales y con sus socios principales un mercado común con el NAFTA.

Un mercado común entre países que priorizan las decisiones “políticas” sobre las prioridades comerciales, estratégicas y legales, con países que priorizan el control del Estado sobre la economía, controles cambiarios e improvisación en lugar de promover el crecimiento económico, la generación de empleo y la mejora económica/social de sus habitantes no es mercado sino una bodega de remates al mejor postor. En el cambalache Latinoamericano en lugar de estatistas tenemos populistas, “lo mismo un burro que un gran profesor”, que en la analogía es lo mismo tiranos como Chávez, Ortega, Morales y Correa que presidentes democráticos como Mujica, Chinchilla o Dilma, porque al final si el liderazgo democrático no se impone, le da la puerta abierta a los tiranos para que se lleven por delante todas las formas democráticas en sus países y en la región.

Es que verdaderamente en la democracia, el estado de derecho, la integración regional y los grandes temas prioritarios de Latinoamérica: Vivimos revolcaos en un merengue y en un mismo lodo todos manoseaos…

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