
El Sr. Conille estaba en su cargo desde Octubre luego de varios meses de luchas en el parlamento por la designación de un Primer Ministro. Por meses el Senado de Haiti rechazo diversos postulados entre los cuales estaba el empresario Daniel Rouzier y el abogado Bernard Gousse. Durante todo ese tiempo el gobierno estaba paralizado.
Desde que asume como Primer Ministro se han dado diferencias con el Presidente Martelly sobre el manejo de los proyectos, las concesiones y la estructura de Poder, que pareciera no dispuesta a cambiar en Haití, con lo que los mismos vicios del pasado continúan reinando.
La incapacidad de Haití de lograr un gobierno operativo es muy preocupante, sobre todo en un país que ha sido victima de la corrupción generalizada, la violencia y que no se ha terminado de recuperar de los efectos del terremoto de enero del 2010.

Desde su elección a mediados del 2011, el presidente Martelly ha vendido muchos mensajes populistas y ha llevado al país a un eterno carnaval, pero pocos avances en cuanto a la mejora de la infraestructura, educación, servicios y áreas productivas de Haití.
Dada la fragilidad política y económica del país, y su pasado reciente de enfrentamientos violentos, así como estar todavía en una situación precaria luego de décadas de abandono y tragedias naturales, hay que estar muy pendientes de los acontecimientos en ese país. No olvidemos que Jean B. Aristide esta de nuevo en la isla y que los fantasmas del pasado siguen rondando.
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